jueves, 23 de julio de 2009

ÁMBITOS DE LA FILOSOFÍA EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Y POSIBLES INTERRELACIONES

Las Ciencias de la Educación es un conjunto de disciplinas que estudian, describen, analizan y explican los fenómenos educativos en sus múltiples aspectos. La educación es un fenómeno complejo que tiene lugar en todos los ámbitos de la sociedad diferentes disciplinas de las Ciencias Sociales y Humanas como la Sociología, Derecho, Psicología, Ciencia Política, Historia, Economía, Filosofía realizan abordajes y estudios específicos por ello es posible de hablar de una Sociología de la Educación, una Historia de la Educación, una Antropología de la Educación, una Psicología Educacional, una Política Educacional, Economía de la Educación y una Filosofía de la Educación. Todas aquellas disciplinas que explican los fenómenos educativos, que pueden integrarse para realizar estudios nutren el campo de las Ciencias de la Educación.

Para Mialaret el objeto de las ciencias de la educación es definir e identificar los hechos educacionales sobre los que se podrá hacer un análisis científico riguroso, es decir un estudio de las situaciones educacionales pasado, presente y futuras. Los factores que se pueden tomar en consideración para analizar y comprender los hechos y las situaciones educacionales pueden clasificarse en tres grandes categorías:

Ø Los factores que dependen de condiciones generales de la institución educativa en el seno de la sociedad.
Ø Los factores que dependen de las condiciones “locales” de la institución educativa y que determinan su realización.
Ø Los factores vinculados a la propia situación de la educación.
Estas tres categorías no son independientes pues factores que dependen de la tercera categoría pueden estar en relación directa con ciertos factores pertenecientes a una de las otras dos categorías. El conjunto de los factores que actúan sobre las situaciones de educación concretas se pueden separar en dos subconjuntos.

La filosofía de la educación es una rama de la filosofía. No es, en el sentido estricto del término, una ciencia, pero constituye la disciplina fundamental que da a todas las ciencias de la educación su verdadera significación. A este título, es una disciplina específica en relación a las otras ramas de la filosofía –filosofía de las ciencias, del arte, del derecho, etc.- pues se ocupa de un tema distinto y bien definido: la educación. Es una disciplina específica en relación a todas las que se ocupan de la educación pues, teniendo el mismo tema, lo aborda con otro objetivo y con otros métodos.

La filosofía tiene como tarea propia posibilitar una respuesta a este interrogante. Y ahí está su especificidad en relación a las ciencias de la educación. Ella asume al respecto una doble función de interrogación y de integración. Por lo tanto se la puede considerar, con G. Mialaret, como "una epistemología de las ciencias de la educación".

La filosofía interroga cada ciencia sobre el estatuto y sobre el alcance de sus afirmaciones, corriendo el riesgo de detectar un cierto dogmatismo detrás de la objetividad aparente de los enunciados y nociones. Pues, cuando el economista habla de “capital humano”, el historiador de “progreso”, el psiquiatra de “regresión”, el sociólogo de “normal”, el psicólogo de “equilibrio”, se trata de nociones normativas que implican una finalidad. Así, el “equilibrio” no es (sólo o absolutamente) lo que existe, sino lo que debe ser. Ahora bien, sucede que las ciencias plantean sus finalidades como objetos observables y mensurables –si bien lo son en ciertos aspectos- pero sin preguntarse por qué son finalidades, en otras palabras por qué deber ser alcanzados. Por qué el equilibrio es más deseable que el desequilibrio? Resumiendo, la tarea del filósofo es de preguntarse sobre las finalidades de la educación. Su campo no es el “cómo” –y los objetivos pedagógicos jamás son los “cómo”- sino el “por qué”.

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