jueves, 23 de julio de 2009

EL FLAGELO DEL PLAGIO

Se denomina plagio a una infracción del derecho de autor sobre una obra de cualquier tipo, que se produce mediante la copia de la misma, sin autorización de la persona que la creó o que es su dueña o posee los derechos de dicha obra, y su presentación como obra original. Por lo tanto, el plagio posee dos características: la copia ilegítima de una obra protegida por derechos de autor, y la presentación de la copia como obra original propia.

Es decir, una persona comete plagio cuando copia o imita algo que no le pertenece haciéndose pasar por el autor de ello. Dicha acción, al estar protegida la obra legalmente por el derecho de autor, podría conllevar un juicio y una posible imposición de multas y la obligación de indemnizar los daños y perjuicios.

El Plagio también es utilizado en la Educación, como por ejemplo un profesor pide a menudo a los estudiantes que realicen trabajos de redacción o investigación. Por flojera, por ignorancia, por voluntad deliberada de engañar o por temor de no hacer un buen trabajo, algunos de ellos se sirven de textos ajenos que entregan al profesor sin citar su origen. Los profesores suelen considerar este tipo de comportamiento como plagio, y por lo tanto como un comportamiento impropio que conlleva sanciones o penalizaciones en la nota otorgada al trabajo.

El plagio puede conducir a serios problemas tanto de demérito académico como de carácter legal, ya que el autor a quien se plagia sus ideas o aportaciones puede entablar una demanda por la comisión de este delito. Desafortunadamente muchos profesores no le damos la debida importancia al plagio y sólo le llamamos la atención al alumno que comete ese delito. Los docentes debemos hacer que los estudiantes conozcan la gravedad de dicho fenómeno a fin de que esta práctica bastante frecuente se destierre poco a poco de nuestro país.

Internet y sus peculiaridades ha modificado la manera en que se accede, consulta y emplea la información en el ámbito educativo y académico. El WWW se ha convertido en fuente de referencia primordial para la documentación académica por quienes forman parte de cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje. La gran cantidad de recursos, materiales, artículos, multimedia, libros, revistas especializadas, bases de datos, portales temáticos, etc. accesibles a través de Internet –la mayoría de los cuales no son accesibles desde otro espacio o canal-, la facilidad y comodidad de acceso a los mismos y la gratuidad de la mayor parte de ellos son sin duda factores de gran ayuda para cualquiera que desee consultar información con finalidades académicas y, en cierta manera, no se concibe hoy en día un trabajo académico, el planteamiento de una investigación, la ampliación de contenidos de una asignatura, el trabajo en un aula, etc. sin contar con la ayuda de Internet como elemento de consulta.

El plagio en el ámbito académico parece haber existido siempre. Ahora bien, la mayor parte de estudios y análisis que sobre el tema se han hecho señalan que el aumento exponencial de penetración de Internet; la mayor facilidad de acceso a los contenidos digitales en general y los albergados en la Red en particular, han provocado un auge en las prácticas de plagio entre el alumnado universitario

Para detectar un posible plagio, se puede buscar con la ayuda de un motor de búsqueda una determinada cadena de palabras del texto sospechoso, con el fin de ver si se encuentra un texto potencialmente plagiado. En la actualidad, existen varios programas informáticos que facilitaban la detección del plagio, especialmente en los proyectos o ensayos de los estudiantes. Sin embargo, la mayor herramienta para luchar contra el plagio son las mismas escuelas, universidades y casas de estudio, que frecuentemente no lo penalizan en sus reglamentos, incluso tratándose de tesis o proyectos terminales de titulación.

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